Son las 6:10 am, la luz tenue y algo nublada de la mañana se filtra a través de las cortinas entreabiertas de tu dormitorio. Estás acurrucada en tu manta de lana favorita, con una taza de matcha caliente en las manos y “Orgullo y Perjuicio” esperando pacientemente en la página donde lo dejaste la última vez. Esta es probablemente la centésima vez que lo lees, pero hoy, las palabras parecen resonar diferente, como si Jane Austen estuviera hablando directamente a tu alma, recordándote de la fuerza y la gracia que llevas dentro.
Mientras tomas un sorbo de tu matcha, sientes el calor recorrer tu cuerpo, despertándote suavemente. Desde tu ventana, puedes ver las hojas que empiezan a caer en una danza lenta y nostálgica, arrastradas por la brisa fresca de la mañana. Es un domingo de septiembre, y la lluvia comienza a caer en un suave tamborileo contra el cristal. Hay algo tan acogedor en el sonido de la lluvia que te hace querer quedarte en la cama un poco más, pero hay una energía en el aire que no puedes ignorar.
Después de disfrutar de unos minutos más en la cama, decides que es hora de comenzar el día. Envuelta en tu bata de rayas y con tus pantuflas peludas, te diriges a la cocina. El aire huele a manzanas frescas y canela mientras mezclas los ingredientes para los pancakes. Te vienen a la mente las mañanas de domingo en la casa de tu infancia, con el aroma del desayuno recién hecho. Mientras esperas a que los pancakes se cocinen, la radio susurra melodías suaves y tu perrito, moviendo la cola con entusiasmo, te recuerda que también es la hora de su desayuno. Al servirle su comida, no puedes evitar sonreír. Su alegría es un recordatorio de las pequeñas cosas que hacen la vida hermosa.
*lo que se escucha mientras cocinas…
Con una pila de pancakes esponjosos y lo que queda de tu matcha, te diriges a tu pequeño patio trasero. La lluvia ha cesado, pero el aire aún lleva el aroma a tierra mojada y hojas caídas. Te sientas en tu mesa de madera desgastada, bajo una sombrilla que aún gotea, y disfrutas cada bocado como si fuera un cálido abrazo. La sensación es reconfortante, como si el universo te susurrara al oído que todo va a estar bien
Después del desayuno, sientes que es momento de enfrentarte al día con una nueva energía. Un baño tibio y un conjunto sencillo pero chic te hacen sentir lista para lo que venga. Al sentarte en tu escritorio, con tu perrito dormido a tus pies, algo cambia. Sientes una chispa de creatividad que no habías sentido en mucho tiempo. Abres tu cuaderno de notas y, sin esfuerzo, empiezas a llenar páginas y páginas con ideas y pensamientos. La luz del sol ilumina tu espacio de trabajo y acaricia suavemente a tu pequeño compañero peludo.
Cuando revisas tu correo, un mensaje en particular captura tu atención: una invitación de tu cafetería favorita para una colaboración en diciembre. Quieren que seas la invitada principal en un evento pop-up. Tu corazón late más rápido. Sabes que esta es la oportunidad que has estado esperando, una señal de que tu arte puede brillar más allá de tu pequeño estudio. Respondes emocionada, acordando una reunión para la semana. Apagas tu laptop y decides salir a caminar con tu perrito, dejando que la brisa fresca y el crujido de las hojas limpien cualquier rastro de duda o miedo.
En el parque, te sientas en un banco frente a un lago, donde los niños corren, las parejas pasean y los patos nadan tranquilamente. Sacas tu cuaderno y, sin pensarlo demasiado, empiezas a pintar. Tu mano se mueve con una fluidez que no habías sentido en meses, como si la inspiración hubiera estado esperando este momento para salir. El tiempo pasa en un parpadeo, y cuando te detienes, te das cuenta de que has terminado tu primera ilustración en mucho tiempo. El orgullo y la satisfacción llenan tu pecho, y mientras tomas un bocado del sándwich que preparaste antes de salir, te das cuenta de que algo ha cambiado.
Te levantas, llamas a tu perrito, y mientras caminas de regreso a casa, una profunda paz y alegría te envuelven. Sabes que estás entrando en tu "winning season", y que tú eres la encargada de hacer que así sea. El sol comienza a esconderse detrás de las nubes, y mientras las luces del atardecer tiñen el cielo de dorados y rosados, te prometes a ti misma que seguirás persiguiendo tus sueños, dejando que tu arte y tu pasión guíen cada paso del camino. Porque, querida, el universo está conspirando a tu favor y este es solo el comienzo de algo increíble.
Una nota para ti,
Aunque en Panamá no tengamos ese fresquito y los tonos cálidos del otoño, hoy queremos traerte un pedacito de esa temporada acogedora que está comenzando en otros rincones del mundo. Para nosotras, septiembre siempre ha sido un mes de nuevos comienzos, un respiro lleno de posibilidades. Y queremos que tú también sientas esa energía renovadora.
Cierra los ojos por un momento e imagina una taza de tu bebida caliente favorita entre las manos. Siente cómo el aroma envuelve tus pensamientos mientras dejas espacio para nuevas ideas y oportunidades. Porque sí, incluso en los pequeños detalles del día a día, hay magia. Esa chispa que nos recuerda que nuestra temporada ganadora siempre está a la vuelta de la esquina, esperando a que estemos listas para abrazarla.
Si esta publicación te trajo un poquito de calma o inspiración, nos encantaría saberlo. ¿Qué te gustaría ver más por aquí? Queremos seguir compartiendo contigo, riendo juntas y, sobre todo, inspirándonos mutuamente en cada paso del camino.
hugs, zezy & danny
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